jueves, 21 de septiembre de 2023

 Coliflor al estilo de mi abuela

La coliflor es prima hermana del brócoli, la col e incluso del romanescu (esta es esa verdura de color verde clarito con inflorescencias que crecen casi en espiral y que a todos nos llama la atención por su aspecto extraterrestre). Todas ellas son verduras de la especie  brassica olearacea que, aunque la podemos encontrar casi siempre en el supermercado, tiene su mejor época entre septiembre y enero.  

Hay que reconocer que a todo el mundo le repele un poco el olorcillo característico que sale al cocerla; pero hay que decir que no es porque esté estropeada, sino porque es rica en compuestos sulfurados (ricos en azufre). Para tratar de evitar ese aroma característico hay muchas recomendaciones, desde añadir un chorro de vinagre al agua de cocción hasta añadir un buen chorro de leche. (Quizás este último sea el más eficaz, pero todo varía del momento de recolección de la coliflor y de la riqueza en sulfurados que pueda tener; por lo que no hay nada efectivo al 100%.   

A su favor hay que reconocer que, al ser muy rica en agua y fibra y pobre en hidratos de carbono, proteínas y, sobre todo, en grasas, está especialmente indicada para quienes quieran mantener la línea. También hay que reconocerle que es rica en vitamina C, B5, B6 y ácido fólico, tiene mucho potasio y muy poco sodio.  

Pues bien, ya que la conocemos un poco más, vamos a prepararla.

 

Ingredientes 

    • 1 coliflor de 1kg o algo más 
    • 8 o 10 dientes de ajo 
    • Dos rebanadas medianas de pan  
    • Aceite de oliva  
    • Sal 
    • Pimentón de la Vera dulce 
    • Vinagre de vino 

Elaboración 

    • Hacer arbolitos la coliflor, cocerla al dente, escurrir y dejar templar. 
    • Deshacer la coliflor en trocitos con la ayuda de unas tijeras y reservar. 
    • Poner 4 cucharadas de aceite de oliva virgen en una sartén, confitar los ajos y acabar subiendo el fuego para tostarlos un poco sin quemarlos.  Retirar a un mortero con sal.  
    • Machacar bien en el mortero.  
    • Freír las dos rebanadas de pan en el mismo aceite, escurrir y reservar.  
    • Machacar los picatostes en el mortero junto al anterior majado 
    • Añadir una cucharadita de pimentón de la Vera al aceite templado, remover rápidamente, añadir un chorrito de vinagre y mezclar bien (tapad la sartén, que salpica mucho).  Dejar reposar un poco para evaporar parte del ácido del vinagre 
    • Añadir al mortero el aceite de la sartén y remover bien 
    • Añadir el contenido del mortero a la coliflor, mezclar bien sin romper la coliflor, corregir de sal y servir.   


NOTAS:  

  1. Para evitar la famosa flatulencia de la coliflor, podéis ver una recomendación en www.canalcocina.es. Yo, sinceramente, no he probado a seguirla. 
  2. Personalmente las rebanadas de pan las hago con pan del día anterior y las frío en el aceite a la vez que los ajos, sacándolas cuando están listas y dejando escurrir el aceite sobrante. 
  3. Como variante, si es del gusto, se puede utilizar pimentón picante, pero mataría un poco el resto de los sabores.


 

viernes, 1 de septiembre de 2023

Espaguetis negros con almejas, gambas y gulas

 


De todos es sabido que , caso de preguntarles a los niños (y no tan niños) qué quieren comer, en un porcentaje más que elevado nos dirán que quieren comer espaguetis. Habitualmente están acostumbrados a pedirlos con tomate y que seamos los padres los que generalmente no queramos comer ese tipo de delicatessen infantil.

Situaciones así hacen que la paste, poco a poco, vaya relegándose a un plato calificado de "escasa elaboración", "para niños", o peór aún para los que no saben o no quieren cocinar.

Hoy os presento un plato de pasta diferente, de fácil elaboración y sabrosísimo que nos permitirá servir una comida o una cena "no habitual" con la que dar color a la mesa y sorprender a nuestros comensales.

Ánimo y a disfrutar.



Ingredientes

  • Espaguetis al negro de sepia 400 o 500g
  • Tinta de calamar 1 sobre
  • Almejas frescas 500g
  • Gambas peladas 250g
  • Gulas 150g
  • 3 dientes de ajo
  • Perejil
  • Aceite de oliva
  • Guindilla (opcional)
  • Sal
  • Avecrem o similar (opcional)
Elaboración
  • Lavar bien las almejas y reservar
  • Laminar los ajos y dorarlos junto a la guindilla (si se quiere) y unos gramos de pimienta
  • Freír las almejas y, cuando estén casi a punto de abrirse, echar un puñado de perejil picado.
  • Remover y tapar para que acaben de abrirse.
  • Conforme se abran, retirar a un recipiente a parte y reservar.
  • En el mismo aceite, añadir las gambas peladas y, cuando estén a medio cocinar, añadir las gulas. Remover, bajar el fuego y tapar hasta que se acaben de hacer las gulas (ojo, que tardan muy poco)
  • Retirar y reservar todo junto a las almejas (incluido el aceite)
  • Poner agua, sal y aceite a calentar. Si se quiere echar Avecrem, sería el momento, si no, con sal y un poco de aceite sería suficiente.
  • Cuando esté caliente, añadir el contenido de uno o dos sobres de tinta de sepia y remover.
  • Cuanto empiece a hervir, añadimos la pasta, removemos y cocemos al dente siguiendo las instrucciones del fabricante.
  • Colar y reservar parte del agua de cocción.
  • Mezclar todos los ingredientes y añadir un poco del agua de cocción si se os han quedado secos
  • Se podría añadir otro poco perejil. Yo no lo hago.
  • Servir caliente y disfrutar cada bocado


Yo he utilizado gambas y gulas congeladas y, sabiendo ajustar los tiempos, queda espectacular.


 Carne en salsa de la suegra (o de la abuela)

Se trata de un plato muy típico de la cocina jiennense con una elaboración sencilla y que variando los tiempos de cocción, nos permitiría utilizar cualquier tipo de carne. No obstante la más adecuada es la de cerdo, pero escogiendo siempre un corte de los más tiernos.

Igualmente este plato sería válido para utilizarlo como salsa para un plato de pasta de manera que lo coman los niños sin problema.



INGREDIENTES

  • 600 gramos de magro de cerdo en tacos
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde
  • un trozo pimiento rojo
  • 1 zanahoria mediana
  • 2 dientes de ajos
  • 100 mililitros de vino blanco
  • 2 cucharadas soperas de tomate frito
  • sal
  • pimienta negra
  • aceite de oliva
  • harina
  • Opcional: guindilla

ELABORACIÓN

  • Para hacer la receta de magro en salsa de la abuela, primero prepara las verduras. Para ello, corta la zanahoria en rodajas de grosor mediano y pica la cebolla, el pimiento verde y el rojo en trozos pequeños (personalmente el pimiento rojo lo suelo pelar para que quede más tierno o incluso se deshaga en la salsa).
    Opcional: Si se desea, la guindilla se corta y se añade mientras se realiza este sofrito. Si se desea retirar después, evidentemente será necesario no haberla troceado.
  • Cortar el magro en tacos de aproximadamente 1 dedo de grosor, salpimentar y añadir dos cucharadas de harina. Mezclar bien.
  • Cuando estén las verduras a medio sofreír, se añade la carne con la harina, dejando que se cocine la carne y removiendo de vez en cuando sin que lleguen a quemarse las verduras.
  • Cuando se haya dorado un poco y las verduras estén bien pochadas añadimos el tomate frito y los dos dientes de ajo, removemos y mezclamos bien. Dejamos cocinar unos minutos sin que se queme el ajo para que se integren bien todos los sabores.
  • Incorporamos el vino blanco y dejamos que reduzca el alcohol durante 2-3 minutos.
  • Añadimos agua o caldo de carne hasta cubrir todo, añadimos un poquito de sal y pimienta y dejamos que se cocine todo unos 45 o 50 minutos removiendo de vez en cuando. Si se consume la salsa, añadiremos más agua. Caso de utilizar olla rápida tendremos que ajustar el tiempo de coción al que habitualmente utilicemos con la olla, aproximadamente en unos 10-15 minutos podría estar lista, pero esto depende de cada olla.
  • Pasado el tiempo de cocción comprobaremos que la carne esté tierna; si fuera preciso dejamos cocinar un poco más hasta obtener el grado de cocción deseado (el tiempo de coción dependerá del tipo de carne y del grosor de los cortes utilizados).
  • Si se desea oscurecer la salsa, se puede añadir un poco de caramelo líquido, pero eso ya dependerá del gusto de cada uno
  • Probamos de sal y si hace falta, rectificamos.
  • Dependiendo de los gustos, se podría retirar la carne (y la guindilla si no se ha retirado ya y no se había troceado) y pasar por la batidora o mejor aún por el pasapurés toda la salsa y volver a mezclar después.

Como acompañamiento, viene muy bien valer desde un poco de arroz hervido, patatas a lo pobre, patatas gajo o unas verduras al vapor.